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5 consejos para involucrar a los niños en una conversación significativa

Desarrollar una relación significativa es una habilidad que se aprende. Aquí tienes cinco consejos que te ayudarán a involucrar a tus hijos en conversaciones significativas.

Desarrollar una relación significativa es una habilidad que se aprende. Aquí tienes cinco consejos que te ayudarán a involucrar a tus hijos en conversaciones significativas.

Hablar a los niños, hablar dominando a los niños y hablar con los niños son tres interacciones verbales únicas, similares pero distintas, que los padres tienen con sus hijos. Hablar a un niño suele consistir en intentar darle consejos, instrucciones u otra información que el padre considera que el niño necesita escuchar. Hablar dominando a un niño suele tener el mismo propósito que hablar a los niños, pero se hace de manera autoritaria y con un tono severo y serio. Este tipo de comunicación verbal también sitúa al interlocutor en una posición de autoridad incuestionable y puede ser la menos comprendida por los niños, que a menudo se ponen a la defensiva cuando participan en este tipo de interacción.

En contraste directo con hablar dominando a un niño, está la acción de hablar con el niño. Este tipo de comunicación abre una vía de doble sentido, tanto para hablar como para escuchar, y permite al niño participar realmente en la conversación. Aunque este tipo de compromiso es el más beneficioso para la relación entre padres e hijos, desgraciadamente es el menos habitual. Hay ocasiones en las que puede ser apropiado hablar con un niño o dirigirse a él, pero la mayoría de las conversaciones deben adoptar la postura de una comunicación abierta, honesta e intencional.

Para algunos padres, puede tratarse de un tipo de interacción entre padres e hijos nuevo o desconocido. Incluso los mejores padres necesitan práctica a la hora de hablar con sus hijos.

Para ser más conscientes de la importancia de mantener conversaciones significativas con nuestros hijos, consideremos los siguientes consejos útiles:

  1. Establecer contacto visual y estar plenamente presente — Los niños están muy atentos a los adultos y a cómo se sienten en determinadas situaciones. Cuando converses con tu hijo, asegúrate de prestarle toda tu atención y de mantener con él un contacto visual significativo durante toda la charla. Esto demuestra al niño que valoras lo que tiene que decir por encima de cualquier otra cosa en ese momento. Sentirse valorado lo ayudará a abrirse e involucrarse en la conversación.

  2. Utilizar un lenguaje corporal respetuoso y honorable Otra forma de hacer que un niño sienta que su opinión y su voz son importantes y valiosas es honrarlo con un lenguaje corporal respetuoso durante la conversación. Empieza poniéndote a su altura, con el cuerpo de frente a él y, si hace falta, tómale de la mano o ponle la mano en el hombro para demostrarle que realmente quieres escuchar lo que tiene que decir.

  3. No interrumpir — Al mantener una conversación con tu hijo, no siempre es importante que él tenga razón o sea preciso cuando comparte información contigo. Escucha primero y, en el momento oportuno, corrígele si es absolutamente necesario. Además, puede que sientas la necesidad de interrumpir a un niño por otras razones, como para hacerle preguntas o para aclarar una afirmación que ha hecho. Sin embargo, los niños pierden fácilmente el hilo de sus pensamientos y es mejor esperar a que terminen de hablar que interrumpirlos.

  4. Hacer preguntas de seguimiento — Una buena manera de demostrar a un niño que te interesa lo que tiene que decir es hacerle preguntas de seguimiento. Aunque no sean vitales para la conversación, preguntar a un niño qué opina de algo, o qué le ha gustado o disgustado de un acontecimiento, demuestra que te gusta escuchar lo que tiene que decir y que te interesa saber más.

  5. Agradecer el tiempo que han compartido contigo — Al igual que los adultos, los niños de hoy están muy ocupados. A menudo, como las conversaciones cara a cara son cada vez menos habituales, es posible que no se sientan cómodos con ellas. Puede resultarles difícil o incómodo mantener una conversación con un adulto. Agradece al niño el tiempo que ha compartido contigo, que te haya contado las cosas que ha hecho y que hayas pasado un rato con él, por breve que haya sido. Hacer esto refuerza la autoestima del niño y le demuestra que es amado y valorado.

Consejo adicional: Si te hacen preguntas, responde con sinceridad. Si no sabes algo, no mientas. Explica que vas a averiguarlo y que te pondrás en contacto con ellos. Siempre es mejor responder sinceramente que no lo sabes que intentar inventar información para el niño. Esto no solo es injusto para el niño, sino que además vulnera la confianza.